El control microbiológico de los sistemas CIP

En industria agroalimentaria son ya muchas las empresas que incorporan sistemas CIP (Cleaning in Place) en sus líneas de producción. Estos sistemas permiten la automatización de la limpieza de los procesos productivos. Y también la reutilización parcial del agua de lavado, con la consiguiente reducción en el coste final del proceso. Desde MicroPlanet queremos ahondar en el control microbiológico de los sistemas CIP gracias a la tecnología ATP de segunda generación (ATP 2G®).

Algunas cuestiones en relación al uso de sistemas CIP

Con mayor o menor automatización, estos sistemas permiten la dosificación automática de desinfectantes y desincrustantes para la limpieza y desinfección de la zona productiva. Estos productos se intercalan con ciclos de lavado que permiten arrastrar estos biocidas y restos orgánicos de la producción, durante el proceso de limpieza. El control de estos sistemas automáticos implica no sólo la monitorización de los parámetros físico-químicos prefijados, sino también el control microbiológico que nos asegura una correcta desinfección. No obstante, como buenos profesionales de Calidad debemos preguntamos si mi actual sistema CIP es eficaz o eficiente. Y al hacerlo pueden surgir las siguientes cuestiones:
  • ¿Puedo optimizar mi sistema CIP reduciendo tiempos y temperatura de aplicación?
  • ¿Puedo disminuir la cantidad de biocidas y por tanto el consumo en mi tratamiento?
  • ¿Puedo cambiar el tipo de biocidas utilizado?
  • ¿El nuevo desincrustante o tratamiento enzimático es correcto?
  • ¿Puedo reducir costes en mi protocolo de limpieza CIP?
A continuación, vamos a intentar ofrecer respuesta a todas estas preguntas.

El control microbiológico de los sistemas CIP

El control microbiológico de estas aguas de lavado y recirculadas por el propio sistema CIP resulta clave para verificar si el tratamiento ha finalizado y es correcto. La ausencia de microorganismos en el agua de lavado final (aclarado) verifica que el tratamiento ha sido correcto. Asegura que se han eliminado los restos y la línea está lista para una nueva producción. A parte de los análisis químicos del agua de lavado (variación de pH, conductividad, alérgenos,…), los métodos más comunes de verificación son el control microbiológico tradicional (uso de laminocultivos, torundas, esponjas, placas rodac, etc.) y la utilización de luminómetros de lectura de ATP. Otros métodos (metagenómica, sensores,…) no pueden considerarse hoy por hoy como sistemas de autocontrol rutinarios. Y se circunscriben a estudios concretos en el proceso. CIP Manipulando Los métodos microbiológicos recomendados son indicadores directos de crecimiento microbiano (aerobios totales, enterobacterias, mohos, levaduras,…). Se basan en la norma ISO 18593: 2018, “Microbiología de la cadena alimentaria: Método horizontal para muestreo de superficies”, pero requieren de 24-48h para la obtención de resultados. Son económicos, fáciles de utilizar e interpretar, pero evidencian sólo la presencia de microorganismos cultivables en los medios de cultivo señalados, en condiciones aeróbicas. Y debemos recordar que la mayoría de microorganismos precursores y formadores de biofilms no crecen en estos medios tradicionales. Esto es debido a la propia selectividad del medio de cultivo específico utilizado para ciertos grupos indicadores o patógenos de interés (PCA, VRBG, SAB,..). O bien por el tiempo limitado de cultivo empleado en el laboratorio (24-48h).  

Bioluminiscencia y análisis de ATP: máxima rapidez y eficiencia

Por el contrario, los sistemas de lectura de ATP son inmediatos (3-5 minutos), detectan todo tipo de microorganismos y permiten la liberación de la línea de forma muy rápida. Como contrapartida cabe destacar la medida indirecta de la contaminación microbiana (a partir del ATP contenido en la muestra, directamente proporcional a la cantidad de microorganismos y materia orgánica existente), la no normalización del método, la limitación en el caso de análisis de líquidos (volumen de muestra poco representativo) y las interferencias que provocan los restos de desinfectantes, presentes en el agua, en la propia reacción enzimática que provocan falsos negativos. No obstante, este método (al que denominamos ATP de 1ª generación) goza de gran popularidad en ciertos sectores como sistema de autocontrol higiénico de superficies de trabajo. Gracias a la rapidez de resultados, se ha extendido también como método para verificar la ausencia de ATP en las aguas de lavado y liberación de la línea para la producción de nuevos lotes.  

La tecnología ATP 2G®

La tecnología ATP de 2ª generación (ATP 2G®), desarrollada por la empresa canadiense LuminUltra, permite unificar las ventajas de estos dos métodos anteriores (ATP1G y recuentos tradicionales en placa) eliminando las limitaciones propias de ambos. ATP 2G es una optimización de los sistemas ATP 1G actuales en el mercado e incorpora mejoras como:
  • Es un método reconocido por la ASTM (D4012-81: Standard Test Method for Adenosine Triphosphate (ATP) Content of Microorganisms in Water).
  • Es un método cuantitativo (expresado en unidades de biomasa/mL o biomasa/gramo).
  • Permite detectar todos los microorganismos (cultivables y no cultivables) en la muestra.
  • Permite un análisis de un volumen de muestra mucho más representativo.
  • Incorpora reactivos optimizados, sin interferencias por restos de desinfectantes, pH, sales, etc.
El kit de análisis QGA™ de LuminUltra, incorpora esta tecnología ATP 2G® e incluye todo lo necesario para poder realizar un test ATP 2G® en la propia planta y en sólo 3 minutos.

Utilidades del kit QGA™

La utilización de esta tecnología, exenta de interferencias en la analítica, le permitirá disponer de un tratamiento mucho más eficiente. La optimización de su sistema CIP se centra en 4 variables:
  • el Tiempo: mediante la reducción de los tiempos empleados en los diferentes ciclos.
  • los Biocidas utilizados: una dosificación insuficiente puede originar la aparición de biofilms. Y en cambio, un exceso de desinfectante supone gastos innecesarios de explotación y mayor contaminación para el medio ambiente.
  • el Agua: según el tamaño de las líneas de procesado los requerimientos de agua en la limpieza pueden ser muy grandes. Y en consecuencia generar un coste desproporcionado en la explotación.
  • la Energía: el coste energético de bombeo y calentamiento del agua de lavado es un gasto productivo muy importante.
CIP 4factoresSinner La supervisión de la contaminación microbiológica con el análisis QGA™ , en sus aguas de lavado o bien del agua recirculada, nos permite interaccionar con estas cuatro variables:
  • Controlar cuantitativamente la biomasa presente en el agua de lavado durante y después de la limpieza.
  • Responder de forma inmediata tomando acciones correctivas.
  • Verificar la biomasa total existente en su sistema CIP y evitar contaminaciones cruzadas.
  • Optimizar los procedimientos de desinfección utilizados en su empresa.
  • Validar nuevos tratamientos de limpieza.
  • Reducir los costes de biocidas aplicados y el coste de tratamiento.
  • Reducir el impacto ambiental generado por el tratamiento.
Si su producto final incluye el agua como parte integral, además, podrá aplicar este análisis para:
  • Realizar una cartografía del estado microbiológico de su instalación (acometida, red interna, depósitos, descalcificadores, filtros y ultrafiltros, etc.) e identificar puntos conflictivos.
  • Minimizar el riesgo de formación de biofilms en sus tuberías.
Como responsables de Calidad, el control de nuestros sistemas CIP es un punto clave para nuestras líneas de producción… y la subcontratación de esta supervisión no nos exime de responsabilidad. Si necesita más información, póngase en contacto con nosotros. Estamos a su disposición para ayudarle a encontrar aquellos productos y sistemas que le ayuden a optimizar al máximo el control de higiene en su empresa.

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