La importancia del etiquetado correcto, eficaz y perdurable de las muestras en, por ejemplo, los análisis clínicos, han ido generando una serie de normas y regulaciones que cualquier centro hospitalario o de investigación debe cumplir. En el ámbito público son las comunidades autónomas las encargadas de realizar este tipo de documentos que unifican los procedimientos de toma y manipulación de muestras destinadas a ofrecer diagnósticos.
Asegurar la calidad y eficacia de la cadena de muestreo e identificación
No hay que olvidar que el objetivo de un laboratorio clínico es el de obtener información acerca de la salud del paciente, información que puede ser utilizada para establecer un diagnóstico, comprobar la evolución de una enfermedad, valorar la efectividad de un tratamiento… Con este fin se realizan pruebas a partir de muestras biológicas, pero para que el resultado final de una prueba sea correcto y objetivo no basta con que la determinación analítica se haya efectuado a la perfección bajo la supervisión de profesionales experimentados y de acuerdo a procedimientos correctamente validados. Más allá de la profesionalidad de quien la realiza, la calidad de la prueba también depende de la buena práctica en la cadena que compone la solicitud de la prueba, la preparación del paciente, la obtención de la muestra y finalmente la obtención del resultado que debe llegar al profesional médico que solicitó la prueba.
Manuales para facilitar el trabajo
Es por este motivo por el que realizar manuales que regulen este proceso está convirtiéndose en práctica habitual en centros hospitalarios, de investigación y laboratorios clínicos. Y sin duda una parte importante que podemos encontrar dentro de este tipo de manuales es la identificación correcta de las muestras. Si bien es de gran relevancia que en la petición de la muestra biológica el paciente esté debidamente identificado, debemos tener en cuenta que lo más importante es que una vez extraída la muestra, ésta sea siempre identificada con el paciente a quien corresponde.
Una labor compleja si tenemos en cuenta que los tubos de muestra son sometidos en ocasiones a altísimas o bajísimas temperaturas dentro del laboratorio, tinciones y otros procesos. Por ello se hace totalmente necesario el uso de etiquetas específicamente creadas para este fin, etiquetas de laboratorio en las que aparezcan los datos del paciente, incluyendo o no un código de barras para una mayor seguridad en cuanto a la identificación, que permitan una trazabilidad de la identidad del paciente en todo momento hasta la obtención del diagnóstico para el que se realizó la prueba analítica.